En la simbólica fecha
del Día Mundial de la Tierra, gobernantes de 175 países suscribieron ese
documento en la Asamblea General de las Naciones Unidas, conformando así la
alianza más grande de la humanidad en aras de proteger la vida, el
medioambiente, las fuentes de agua y todo aquello que involucre el entorno
natural. No se trata de una meta menor ni de un texto meramente declarativo,
sino de un plan de trabajo, que de no ser cumplido, la humanidad podría
enfrentar niveles preocupantes de deterioro de vida.
Como nación
responsable, el Perú ha firmado el Acuerdo de París para consolidar el esfuerzo
desplegado desde años anteriores y que se coronó en la 20ª Conferencia de las
Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(COP20), celebrada en Lima en el 2015, cuando las delegaciones participantes
debatieron durante dos semanas el documento denominado El llamado de Lima para
la acción climática, cuyo texto sentó las bases para consolidar la alianza
mundial en el privilegiado escenario de las Naciones Unidas.
Ese protagonismo del
Perú en la COP20 se debió básicamente a su experiencia diplomática en la
construcción de puentes de entendimiento y a su calidad de nación progresista
en el tema del cambio climático. Y tal como expresó el presidente Ollanta
Humala durante el acto de suscripción en Nueva York, este acuerdo representa el
triunfo del diálogo, la solidaridad y el multilateralismo inclusivo, como una
expresión tangible de la voluntad para alcanzar un bienestar y desarrollo justo
y seguro para todos.
Ahora la meta del Perú
es convertirse en un país climáticamente responsable al 2021 con la adopción de
medidas como la reducción, al 2030, de las emisiones de gases de efecto
invernadero; la disminución de la vulnerabilidad en el agua, agricultura, pesca
y salud; y la optimización en la gestión de riesgos de desastres,
infraestructura pública, lucha contra la pobreza, igualdad de género e interculturalidad;
y promoción de la inversión privada responsable con el medioambiente.
Sin embargo, ese reto
extensivo para el mundo no está exento de obstáculos porque hablamos de un tema
complejo que involucra a una diversidad de sectores de la sociedad en distintos
aspectos: técnico, de financiamiento, adaptación y mitigación. Empero, resulta
primordial superar todas esas dificultades por el bien mismo del planeta porque
ya está comprobado que el cambio climático es irreversible, y si no hay medidas
urgentes, este problema puede convertirse en el peor de los dramas que haya
sufrido la humanidad.
Como nación
responsable, el Perú ha firmado el Acuerdo de París para consolidar el esfuerzo
desplegado desde años anteriores y que se coronó en la COP20, celebrada en
Lima.
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